Los primeros días de vida de un recien nacidos son únicos y fugaces, los momentos más felices pero también los más abrumadores .
Esos días pasan volando , el bebé cambia con rapidez y hacer una sesión de fotos es el mejor tesoro para los papás. Es un legado familiar que con el paso del tiempo toma más valor.
La experiencia de esta sesión en particular es una experiencia imperdible que permite capturar por siempre todo ese amor que vuela en el momento, los papás lo disfrutan mucho y hay una qe otra lagrimita.
UNA COSA QUE DEBES SABER SOBRE ESTAS SESIONES.
Casi en todas las sesiones que hago las mamás no se sienten listas físicamente para salir en la foto, pero es muy importante soltar esos prejucios y estandares de belleza en este momento o que importa es crear el recuerdo, la conexión con el bebé , y sobre todo la conexión con ellas mismas, que se permitan sentir la naturalidad de la maternidad, incluso el dolor y el cansancio, que esto permite una sesión más autentica y cercana, te lo juro ninguna mamá se ha arrepentido de salir en una que otra foto aunque este en pijama.
